Al traspasar el portal de entrada y frente a la casa nos encontramos con una magnífica era, típica de las masías catalanas.

Sus grandes dimensiones, las impresionantes vistas sobre el jardín y los campos que rodean la casa, hacen de este espacio un entorno absolutamente singular y versátil para cualquier tipo de celebración.

Este espacio se puede utilizar tanto para recepciones, aperitivos, cenas o cualquier espectáculo que se quiera realizar al aire libre.