Los encantadores novios, Lucas y Marta, quisieron que 170 invitados les acompañaran en el día más importante de sus vidas. Tras darse el tan esperado “sí, quiero”, los asistentes pudieron disfrutar de un aperitivo en uno de los jardines exteriores de la finca a base de deliciosos berberechos y navajas, entre muchos otros manjares.
Tras la puesta de sol y bajo decenas de guirnaldas de luces que se mezclaban con el brillo de las estrellas, los invitados se dispusieron en las mesas redondas situadas en la zona de la Era.